
04 Jul Las momias de Quinto de Ebro rompen su silencio. Un museo nuevo y único en España
La cotidianidad de los habitantes de Quinto de Ebro, un pueblo ubicado a 43 km de Zaragoza fue interrumpida en 2011, por la noticia de un asombroso hallazgo: numerosas momias en perfecto estado de conservación, a pesar de haber estado más de dos siglos bajo el suelo de la iglesia parroquial de la Virgen de la Asunción, conocida como “El Piquete”. El descubrimiento es todavía más sorprendente si tenemos en cuenta que esta localidad fue línea de frente y escenario de cruentas batallas militares durante la Guerra Civil, que dejaron la iglesia destrozada.
El que busca encuentra
Los habitantes de Quinto llevaban mucho tiempo buscando la manera de revitalizar su pueblo -cuya principal actividad económica es la agricultura y la ganadería- para evitar su decadencia y despoblación a causa de la emigración a ciudades más grandes en busca de empleo. Un buen día surgió la iniciativa de rehabilitar su emblemática iglesia, que si por fuera es digna de admirar, apreciarla en su interior es un privilegio.
El edificio, erigido en el siglo XV y dedicado a la Virgen de la Asunción, combina los lenguajes de la arquitectura estilos mudéjar – gótico. Quedó en ruinas tras la Guerra Civil y por su ubicación estratégica, fue centro de vigilancia y refugio para la población. Esta historia nos la cuenta muy bien el propio edificio, pues la restauración se hizo bajo un concepto museístico que destaca las “cicatrices” del paso del tiempo: en los muros y techos apreciamos antiguos frescos, así como desprendimientos de yeso que descubren el mosaico que había originalmente. Así mismo se conservan huellas de los retablos, excavaciones, grietas, agujeros de bala, de metralla y de proyectiles… Conmovedor.
Los mensajes de estos antepasados
Las 15 momias que expone el museo, de forma absolutamente decorosa y respetuosa, fueron descubiertos durante las obras de restauración. “Sabíamos que encontraríamos restos óseos porque en la antigüedad era una práctica común hacer enterramientos dentro de las iglesias, a veces se creaban necrópolis alrededor de estas”, afirma Jesús Morales, Alcalde de Quinto y entusiasta impulsor de diferentes actividades, sobre todo culturales para revitalizar la localidad. Lo que nadie pudo imaginar es que en lugar de esqueletos encontrarían cuerpos momificados, casi incorruptos, con su ropa y atuendos en un impresionante estado de conservación, lo que permitió desde el principio deducir su clase y posición social, la época en que vivieron y hasta su identidad, al consultar los libros de difuntos que aún se conservan. Uno de los cuerpos lleva en su atuendo las iniciales «R.R.Genzor» que significa Reverendo Rector Genzor.
Los cuerpos estuvieron enterrados durante dos siglos y pudieron conservarse gracias a la sequedad de la tierra y a que los recios muros del templo mantienen la misma temperatura interior en invierno y verano. “Es una conservación absolutamente natural, los cuerpos no han sido sometidas a ningún tipo tratamiento posterior al fallecimiento, fueron sepultadas con todos sus órganos y la deshidratación, se dio por sí sola”, explica Mercedes González, presidenta del Instituto de Estudios Científicos en Momias, responsable del estudio, exhumación y cuidado de los cuerpos. En cuanto la experta supo del descubrimiento acudió para estudiarlo y al validarlo sentenció: “tienen aquí algo muy especial, es un patrimonio invaluable”.
Mercedes refiere que preparar los cuerpos fue una labor muy delicada, fueron limpiados a mano con brochas e infinita paciencia. “Todo el procedimiento lo hemos realizado con ilusión y cariño, no olvidemos que fueron personas y ahora nos cuentan sobre cómo era su mundo hace más de doscientos años”, explica. Sin embargo, es difícil dar por exacta cualquier conclusión sobre el origen y vida de estos antiguos habitantes de Quinto. Las investigaciones están en fase inicial y cada vez más instituciones científicas, antropológicas y de otros ámbitos, de España y el extranjero, muestran interés por examinar el hallazgo y saber sobre la alimentación de los finados, sobre sus enfermedades y padecimientos o sobre sus costumbres… Por ejemplo, de uno de los cuerpos se extrajo una semilla y se planea intentar su germinación para, de este modo, saber qué tipo de cultivos había en aquella época. Especialistas del Museo del Traje de Madrid analizaron las telas y confecciones de la ropa que vestían estos cuerpos. “Aún quedan muchas tumbas debajo de la iglesia que no se han tocado, no sabemos lo que podremos hallar”. Señala Mercedes.
Acciones diferentes, resultados diferentes
Por motivos religiosos o por no agitar las diferentes sensibilidades, este tipo de hallazgos suele blindarse o simplemente, una vez hallados los cuerpos se vuelven a enterrar. Sin embargo, en este caso el visionario alcalde, Jesús Morales, en primer lugar consultó los diversos modelos de museos de momias que existen en el mundo, que por cierto son contados, y a pesar de la polémica y controversia que suscitó la idea de abrir al público una exposición permanente, Jesús y su equipo consideraron que si bien la iglesia rehabilitada era un atractivo turístico, ofrecer una exposición tan especial en su interior podría ser el hecho diferenciador que tanto buscaban. Y tenía razón.
“El Piquete” llevaba más de siete décadas cerrado y deteriorado. El día de la inauguración de la rehabilitación fue muy especial sobre todo para los quintanos más mayores, quienes al entrar y alzar la vista recordaban las misas a las que asistieron su primera comunión, boda o los bautizos de sus hermanos pequeños. Los más jóvenes del lugar al fin pudieron conocer su iglesia por dentro. Sin duda, el hallazgo de los restos de los antepasados del pueblo ha marcado un antes y un después en el mismo. Es como si hubiesen querido venir a echar una mano para dar el nuevo impulso que tanto necesitaba Quinto de Ebro.
Así, finalmente España tiene su primer y único museo de momias, que desde su reciente apertura, es visitado asiduamente cada fin de semana es visitado por personas de todas partes. Poco a poco, aquellos que dudaron van cambiando de opinión: “Estoy convencido de que a pesar de las primeras controversias que se hubiesen podido generar, cada vez más gente cree en el proyecto y comprende que tenemos algo único que nos sitúa en el mapa.
Las momias cuentan su propia historia
La exposición que se muestra en el “Piquete” fue ideada por un equipo interdisciplinario de profesionales que la consideran apta para todo público. Los niños, por ejemplo, lejos de sentir miedo, se muestran curiosos para poder comprender lo que ven. “Las visitas se hacen con reserva previa, la entrada se hace en grupos muy pequeños con el fin de mantener un ambiente de tranquilidad. Son los restos de nuestros ancestros y merecen todo el respeto”, indica Jesús. Al parecer, uno de los cuerpos ya ha sido reconocido como antepasado de una familia del lugar.
Sí, impresiona verlas tan de cerca, pero también fascina y nos lleva a un estado reflexivo que poco nos permitimos en el día a día. Son muchos los misterios por descubrir alrededor de las momias: cómo vivían, de qué murieron… Se sabe, por ejemplo, que una de ellas, una mujer, no era originaria de Quinto sino que al parecer estaba de visita para tratarse de una enfermedad con las aguas termales de la zona, pero la muerte le sorprendió durante su estancia, tenía 35 años de edad. Otro de los cuerpos muestra lesiones que al parecer nunca llegaron a cicatrizar, quizás la causa del deceso.
Para un análisis completo, las momias fueron pasadas por escáneres con su ropa puesta, algunas llevan trajes bonitos y muy elaborados que nos hablan de un posible estatus familiar. A una de ellas la llaman con cariño “lady” ya que por sus rasgos se concluye que era una mujer muy hermosa y su vestimenta es muy delicada. Otra mujer, muy devota, lleva consigo un escapulario en el pecho, del Cristo Cautivo de Medinacelli y un vestido de la orden de San Francisco.
Dulce «levantamuertos»
La iniciativa del museo de momias está dando mucho de sí: “Los comercios y el tejido de servicios del municipio se ha unido para crear una red de atención al turista ofreciendo servicios que antes no existían”. Una de las panaderías se ha convertido en parada obligada de los visitantes porque hornea bizcochos de chocolate en forma de tumba sobre el que reposa un bien detallado esqueleto de chocolate blanco.
Jesús comenta que varios establecimientos han rediseñado sus menús y tapas con lo más representativo de la gastronomía típica. Ejemplo de ello es el restaurante Arcoíris que pone sobre la mesa platos y vinos de la tierra y ofrece promociones ligadas al museo. “El objetivo es que todos los quintanos hagan suyo este proyecto. Estamos en el punto de partida de algo muy positivo que va a generar muchas cosas buenas no solo para nuestro pueblo sino para sus alrededores”. Concluye el joven y diligente alcalde.
Como llegar:
Abre fines de semana y festivos de 10:00 a 13:00 y de 18:00 a 21:00. Domingos de 10:00 a 13:00 reservas: reservas@momiasdequinto.es / Tel: 976 177 011 – 976 176 111 / Precio entrada 7 euros
Panibericana
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